Les adelanto que la fotografía gastronómica es una de las más retadoras que existe; es toda una especialización profesional. Hay muy pocos fotógrafos que se dedican a este tipo de trabajo pero, generalmente los pocos que lo hacen, se enfocan solo en el alimento como tal.
Se olvidan de los verdaderos protagonistas, los hacedores del producto final. Mi criterio muy particular para este nuevo proyecto es buscar imágenes que muestren más que un buen plato. Esos detalles que parecieran estar escondidos y que los comensales también disfrutarán a nivel visual.
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